- PIEL DE GALLINA -
Tú eres tierra, yo soy cielo,
somos la belleza y el carisma.
Hace tiempo que terminó el juego
de los celos, cambio de prisma.
Marineros de distinto puerto
que confluyen en alta mar
y navegan por el desierto
porque crecieron en libertad.
Dos gorriones que vuelan del nido
donde se nutrieron de valores
para caminar entre gigantes y molinos,
trabajo y sudor de sus mentores.
A veces me pides que sea tu consejero
y otras veces me vomitas de tu vida,
nunca tropezarás con un amor más sincero,
siempre tendrás quién desinfecte tus heridas.
Somos dos pegasos de pura sangre,
nuestro corazón es de barro tallado,
nuestras alas son de hojas secas y alambre,
para soñar sin que nos quiten lo bailado.
Girará la brújula, cambiaremos de rumbo,
viviremos en habitaciones separadas.
¿Qué me importa el mundo,
cuando “Tete” es la llamada?
Pasarán años, personas y caminos,
llegarán las arrugas, las canas y la barriga,
y recordaremos frente a frente todo lo compartido,
cálido abrazo fraternal, piel de gallina.
- Gonzalo López Murillo -
Septiembre 2010, Casa.