23 agosto, 2014

De (Anda)Lucía


- ENTRE DOS CIELOS -

Una guitarra canta a los sueños,
seis cuerdas se vuelven locas de atar.
El flamenco sin guiones tiene un dueño.
Un duende baila si se pone a tocar.

Improvisación como escuela, como vida,
humildad y esfuerzo para pulir una pasión,
para apasionar junto a su mejor amiga
a cualquiera que le avale un corazón.

Gran legado para entusiastas empedernidos,
sencilla enseñanza para tercos soñadores.
Una delicatessen para el alma y el oído,
un pentagrama sin notas, repleto de colores.

De Sol, de Mi, de Mar, de Lucía.
Sólo me sonó mal tu inesperada ausencia.
Algeciras, el mundo, el arte, Andalucía
y tu gitana lloran, viudos de tu esencia.


-Gonzalo López Murillo-
Febrero 2014, Silencio.

20 agosto, 2014

Yo, Ho, Ho, y una botella de...Gin.


-PIRATA DEL OESTE-

Se quebrantan las ganas de volver a devolverme encima
se agotan las sinapsis con tanta neurona resabiada.
Me apetece  frenar, leer, toser, dormir boca arriba,
antes de que mi vejez quede oficialmente desvirgada.

Me cansa ese eterno traqueteo del dejarse llevar,
rechinan las estrellas con cada desvarío planificado.
Ya va siendo hora de matar ese ahínco de buscar
esa nada que se ahoga en cualquier vaso cansado.

Me voy conociendo, y como kamikaze me evito
para poder apaciguarme en la cima de la noche.
Vamos creciendo, y como árbol torcido necesito;
sombra y luz, para saber que ya no soy un fantoche.

Dormir con tu recuerdo y despertar olvidando
que la vida es una ramera, cara y caprichosa,
que el tiempo pasa mientras seguimos soñando.
¡Maldito pirata, condenado al parche y la pata coja!


-Gonzalo López Murillo-
Agosto 2014, Angosto.

A patadas con la Primavera.



-SOLSTICIO-

Guerrero del viento, sobrevive a la muerte.
Sumiso del tiempo, ándate con cuidado.
A todo crupier le corona la suerte,
todos detestamos oler el pasado.

Corre el agua y fluye como la canción,
los sueños disparan ilusiones blindadas.
Me desencontré buscando mi corazón 
y lo encontré al otro lado de tu cama.

Ese que está tan lejos como cada latido,
como el eco de mis ganas de ganarte
y perderme, a solas por tu camino
para tropezar sin ganas de levantarme.

El sol ya proclama el final de la noche,
la luna se durmió esperando a cualquiera.
Comienza la saga de los clásicos reproches,
acaba la hora de una atípica primavera.


- Gonzalo López Murillo -
Junio 2014, Thánatos.