- ENTRE DOS CIELOS -
Una guitarra canta a los sueños,
seis cuerdas se vuelven locas de atar.
El flamenco sin guiones tiene un dueño.
Un duende baila si se pone a tocar.
Improvisación como escuela, como vida,
humildad y esfuerzo para pulir una pasión,
para apasionar junto a su mejor amiga
a cualquiera que le avale un corazón.
Gran legado para entusiastas empedernidos,
sencilla enseñanza para tercos soñadores.
Una delicatessen para el alma y el oído,
un pentagrama sin notas, repleto de colores.
De Sol, de Mi, de Mar, de Lucía.
Sólo me sonó mal tu inesperada ausencia.
Algeciras, el mundo, el arte, Andalucía
y tu gitana lloran, viudos de tu esencia.
-Gonzalo López Murillo-
Febrero 2014, Silencio.
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