21 octubre, 2010

Todo lo que fui es todo...

LO QUE SOY

El corazón no puede disfrazarse,
ni con trapos, ni con palabras.
Yo escucho reggae con traje
y me duermo en los brazos del alba.

Vividor empedernido pero atado a la vida,
no sólo al dejarse llevar por el momento,
un lince que aprendió que la mejor salida
a veces es no entrar adentro.

Puedo tropezar y a veces es necesario,
persigo construir una sonrisa en cada boca,
todo lo que soy esta archivado en mi diario,
aunque mi secretaria anda un poco loca.

Y es que la locura es la que hizo al hombre sabio,
le prestó las alas de la improvisación,
la espontaneidad actúa en todos los escenarios
y es aplaudida por todos cuando termina la función.

Así soy yo, un barco que vuela por su propio mar,
un desastre natural impregnado de libertad,
un cigarro que se consume sin fumar,
sus cenizas son mi legado, caladas para recordar.

-Gonzalo López Murillo -
Octubre 2010, Sofá Azul.

15 octubre, 2010

No todos tenemos fobias, pero sí todos tenemos...

- TEMORES -

Arcaico enemigo de la raza humana,
habitante transeúnte de nuestra cognición,
se disfraza de flecha la vieja espada
que eclipso con su brillo al dolor.

Todos tenemos nuestros temores y debilidades
se nos seca la boca entre taquicardias,
todos dudamos de las supuestas verdades
y sin motivo alguno nos ponemos en guardia.

Miedo a las alturas, a volar, a lo desconocido,
a las horas muertas que se desangran en el estanque,
miedo a lo que vendrá nunca a lo vivido,
a las nubes que agonizan en los brazos de la tarde.

Y es que todos tenemos miedo a la muerte
o al menos eso es lo que he oído decir,
porque la probabilidad no es sinónimo de suerte
y el miedo no me asusta si estoy junto a ti.

- Gonzalo López Murillo -
Octubre 2010, Sofá Azul.

02 octubre, 2010

Nunca invitaremos...

- AL OLVIDO -

En la trinchera estaremos,
no necesitamos bandera.
En la guerra del anhelo,
combatimos a la espera.

Espera que a veces eran meses,
nos bebíamos los ansiados veranos,
los inviernos, los martes y trece,
los momentos que tanto recordamos.

La amistad es un mote
que ponerle a nuestro abrazo,
la distancia hace que explote
un encuentro que aprieta el lazo.

Siempre estás en mis borracheras,
en mis risas, en mis resacas,
en la cuneta, en la sala de espera,
donde lloramos algunos cubatas.

Sé que tu hombro y el mío estarán
en la niebla y en el bochorno,
en la salud y en la enfermedad,
sea cual fuere nuestro entorno.

Una vez más me acorde de ti,
volando alto y abriendo caminos.
Los medios justificarán el fin,
cuando le ganemos la batalla al olvido.

- Gonzalo López Murillo -
Octubre 2010, FR 4337.