02 junio, 2011

Los días se consumen



-MIEDO A LO VIVIDO-


Cuelgas, como todo mi futuro y mis porqués,
reflejas en el río una verdad que se deshace,
habito en el segundo, discuto con el ayer,
siempre fui un suicida nunca un kamikaze.

Ni mate a nadie, ni nadie murió por mí,
ni morí por nadie, ni nadie me mato.
Al aire que respiro me gusta llamarlo Abril,
mis sueños son caricias de contenedor.

Que reciclar cuando ya no quede nada,
cuando el cielo amenace sin un atardecer,
cuando las sonrisas se conviertan en patadas
y sólo queden letras escritas en mi piel.

Repasaré toda hoja en blanco,
todo aquel pudo haber sido,
todas las tardes que perdimos en el banco
de la desidia y el miedo a lo vivido.


-Gonzalo López Murillo-
Junio 2011, Ponte Vecchio.

Puedes comer, pero no puedes beber.



-HUELGA DE HAMBRE-


Una mariposa se detuvo ante mis ojos
como un salto al vacío desde ningún balcón,
un “hasta mañana” que siempre camina cojo,
una huelga de hambre en mi corazón.

Mientras tanto nos miramos y disimulamos,
pensamos en mareas que calmen las olas.
Cuando llega el silencio los dos callamos
para escuchar al tiempo silbar sus horas.

Miedo a desnudarnos por dentro
y a acariciarnos el alma con palabras.
Miedo a alquilar nuestra libertad sabiendo
que nuestra estación no tiene parada.

Mientras tanto nos miramos y sonreímos,
soñamos con volvernos a cruzar otra vez
porque sabemos que hay más de lo que vimos
pero ninguno se atreverá a beber.


-Gonzalo López Murillo-
Junio 2011, Wembley.