-MIEDO A LO VIVIDO-
Cuelgas, como todo mi futuro y mis porqués,
reflejas en el río una verdad que se deshace,
habito en el segundo, discuto con el ayer,
siempre fui un suicida nunca un kamikaze.
Ni mate a nadie, ni nadie murió por mí,
ni morí por nadie, ni nadie me mato.
Al aire que respiro me gusta llamarlo Abril,
mis sueños son caricias de contenedor.
Que reciclar cuando ya no quede nada,
cuando el cielo amenace sin un atardecer,
cuando las sonrisas se conviertan en patadas
y sólo queden letras escritas en mi piel.
Repasaré toda hoja en blanco,
todo aquel pudo haber sido,
todas las tardes que perdimos en el banco
de la desidia y el miedo a lo vivido.
-Gonzalo López Murillo-
Junio 2011, Ponte Vecchio.