30 diciembre, 2009

Terminar el año dándole al...

ALPISTE


Sólo busco ese verso tan cabrón
que se hace de rogar, que se resiste,
un maldito verso para tocarte la razón
que el resabiado corazón prefiere alpiste
para cantar desesperado a la ilusión
y romper la jaula donde lo metiste.

Siempre tararea la misma canción,
desea ser libre y no dejar de volar
pero en las alturas llegará a la conclusión:
nadie lo cuidó como en aquellas rejas de metal
y quizás se dejo llevar por una extraña emoción,
el amor, que a menudo se confunde con la libertad.

Y se romperán esos barrotes, echaré a volar
cuando el amor sople de verdad,
esquivaré los cantos de sirena de la soledad
que utiliza como cebo a esa ansiada libertad.
Sólo echaremos juntos a volar
si llega el amor y su oportunidad.

-Gonzalo López Murillo-

Diciembre 2009, Pecera.

26 diciembre, 2009

Jesucristo, el primer comunista

- SEGUIR ESTANDO VIVO -

Tal día como hoy nació
la uva del vino más agrio y eterno,
en el mercado de invierno lo fichó Dios
para ganarle la champions al infierno.

Su best seller es el nuevo testamento,
narra todos sus milagros y vivencias,
esa cruz aun sostiene un crudo lamento,
el opio del pueblo jamás fue la ciencia.

Sólo fuiste una muy buena persona
que en la actualidad fumaría porros en el parque,
un comunista incomprendido que se abandona
viendo cómo pasan sus sueños tarde tras tarde.

Y si la Magdalena nunca te cobró
fue porque no pudo esquivar la pedrada al corazón,
Jesusito de mi vida fuiste poeta como yo
y llego a tocarte los huevos la dichosa religión.

Como tú amo a todos y tengo en la cabeza
una revolución de amor correspondido,
aunque no necesito ser la imagen de una empresa
para poder morirme y seguir estando vivo.

-Gonzalo López Murillo-

Diciembre 2009, Feliz Navidad.

23 diciembre, 2009

-ar, -er, -ir

-DINSTINTA CONJUGACIÓN-


La voz se me dobla si me acuerdo de tu tanga,
reciclo los recuerdos de mi cama y tu lengua.
El corazón es un don nadie al que le pinchan y no sangra,
relincho y correteo como el caballo cuando ve a su yegua.

Y me sumerjo en esos momentos donde todo sobra,
donde la ropa es una cárcel para todos,
los besos que me regalas y después me cobras,
las miradas que tienen sentido si estamos solos.

Este verso no es para nadie sino para ese momento
en el que un simple culotte negro me gana la guerra
y destruye el hermoso palacio de los sentimientos,
en el que mis pies lo tocan todo excepto la Tierra.

Debo admitir que es más bonito recostado en tu pecho,
que a veces es una foto en Paris, una buena canción,
una caricia o un te quiero mirando al techo,
follar y hacer el amor tienen dinstinta conjugación.

- Gonzalo López Murillo -

Diciembre 2009, Torre Eiffel.

20 velitas de un soplido

- MI PORRÓN -

A mis diez y diez diecinueve dicen que aparento,
casi sin darme cuenta ya llevo dos décadas latiendo,
cada año se complica un poco más el cuento
de vivir y morir consigo mismo contento.

No desisto, no resbalo, aunque pueda caer,
mis flaquezas se completan con la fe
que tengo en las canciones que me vieron crecer,
que busco en los momentos que me ven envejecer.

Soy el resultado de cada párrafo del olvido,
de cada mirada en la que alguna vez me detuve,
de la luna que celosa secuestro a mi Cupido.

Un príncipe azul que se disfraza de bufón
a merced de los acordes que toca la vida,
como el vino mejoro y me adapto a mi porrón.

- Gonzalo López Murillo -

21 de Diciembre de 2009

17 diciembre, 2009

Aunque no me pegue el reloj...

- SEGUIRÉ DANDO LA HORA -

Angelitos rosas, voz de gominola,
sonrisas de seda, olor acerezado,
si quieres te ayudo a romper farolas,
la oscuridad no tiene miedo si está a tu lado.

No te pierdas buscando lo que llegará ,
nunca premedites tu viaje al sol.
Como a todos te persigue la felicidad
que espera sentada en el viejo callejón.

Nunca me empalagó tu dulzura
pues admiro su aroma, su sinceridad
que lleva tatuada una brisa encantadora.

Cuando el llanto te disfrace la cordura
soñarán tus entrañas con la libertad,
dame un grito, seguiré dando(te) la hora.


- Gonzalo López Murillo –
Diciembre 2009, 25cm.

15 diciembre, 2009

Vendrán días y tardes de sol

- LA TARDE NUNCA FUE IDÓNEA PARA PASEAR -


Roto ya el bastón de la memoria
la tarde nunca fue idónea para pasear.
Dispersos quedan los hilos de una historia
que con ira arden esperándote llegar.

Vuelve la niebla a confundir mi dirección,
sueña con plata el que sólo tiene oro,
juguemos al llanto, lapidémonos el corazón,
bailemos como el capote hace con el toro.

El otoño se hace eterno en mi habitación,
los días son tan fugaces que me asustan,
los instantes, escasos y saben a garrafón,
quiero aprender de los que antes de hablar escuchan.

La duda traza un camino en mi razón,
las noches de sol y calma me acusan
de ser un juglar de la triste desilusión,
de sentarme a escuchar las olas que me susurran.

Duermo mientras el silencio suena de fondo,
busco un espacio donde poder sentir sin miedo.
Tu recuerdo aletea posándose sobre mis hombros,
te querré si esta primavera me visita en Enero.

Y rodar para rodar, y saltar para arriesgar,
muero en un veneno que no mata mis ganas de tí,
me mezco en tus promesas y hoy quiero luchar,
pero advierte el horizonte de que todo tiene su fin.


- Gonzalo López Murillo –
Diciembre 2009, Vertedero helado.