05 noviembre, 2011

Calado hasta los huesos.


-POSTALES DESIERTAS-


Se acabó el cuento, en todos los sentidos.
Ya desperté del letárgico sueño de tu mirada,
otro domingo absurdo de resaca, otro sintigo,
algunos versos rotos esparcidos sobre mi cama.

¡Cuánto ganado! Y yo, tan perdido en ti,
¡cuántos suspiros regala una noche abierta!.
Los cambios de marcha de las carreteras sin fin,
el silencio abarrotado de las postales desiertas.

Y un mañanero sol vomitando un nuevo día,
calentando la esquina más umbría de mi corazón,
esa, en la que siempre actúa la melancolía
versionando cada tarde el final de tu canción.

¡Cuántos recuerdos desvirgados ya por el olvido,
cuántos kilómetros para este atónito gigante!.
Sé que de nada servirá llevar puesto el abrigo,
el frío me acompañará hasta el preciso instante.


-Gonzalo López Murillo-
Noviembre 2011, Carámbanos.