- MI PEQUEÑA ISLA -
Cuando diluvia entre mis cejas
y un triste otoño me amenaza,
habitando en panales como las abejas
olvidamos que somos parte de una misma raza.
En el latido huracanado de mi voz
voy surcando lagos de plata derretida,
y maldiciendo aquel mal sueño atroz
pretendo aliviarme del tiempo y sus batidas.
Me elevo entre palabras estériles
deteniéndome en cada uno de sus matices ,
sé que mis plegarias son vanas, inútiles,
y que la experiencia es la madre de las cicatrices.
Cuando queremos correr y nos faltan ganas
es precisamente dónde lo que empieza acaba,
cuando puedo reír y me sobran carcajadas
es el momento de agarrarme a tu mirada.
Por eso ahora prefiero ser un náufrago
que medita e su profunda inconsciencia,
no necesito ningún inoportuno barco
que me despegue de mi más insípida esencia.
Sol, sigue con lo tuyo que te quedan pocos días,
no interrumpas mi bronceado solitario,
pues aunque parezca pura melancolía,
diferencio tus rayos del calor de unos labios
En mi pequeña isla veraneo por momentos,
no me falta de nada y a veces me sobra todo,
con recuerdos amanezco, con instantes me contento,
soy feliz o intento serlo, despegándome del lodo.
Cuando diluvia entre mis cejas
y un triste otoño me amenaza,
habitando en panales como las abejas
olvidamos que somos parte de una misma raza.
En el latido huracanado de mi voz
voy surcando lagos de plata derretida,
y maldiciendo aquel mal sueño atroz
pretendo aliviarme del tiempo y sus batidas.
Me elevo entre palabras estériles
deteniéndome en cada uno de sus matices ,
sé que mis plegarias son vanas, inútiles,
y que la experiencia es la madre de las cicatrices.
Cuando queremos correr y nos faltan ganas
es precisamente dónde lo que empieza acaba,
cuando puedo reír y me sobran carcajadas
es el momento de agarrarme a tu mirada.
Por eso ahora prefiero ser un náufrago
que medita e su profunda inconsciencia,
no necesito ningún inoportuno barco
que me despegue de mi más insípida esencia.
Sol, sigue con lo tuyo que te quedan pocos días,
no interrumpas mi bronceado solitario,
pues aunque parezca pura melancolía,
diferencio tus rayos del calor de unos labios
En mi pequeña isla veraneo por momentos,
no me falta de nada y a veces me sobra todo,
con recuerdos amanezco, con instantes me contento,
soy feliz o intento serlo, despegándome del lodo.
- Gonzalo López Murillo -
Abril 2009, Istmo Mental.