12 septiembre, 2012

Como el final de cualquier película porno.



-ORGÍA-


Nuestra infancia maquillada con vuestro miedo.
Fuisteis nuestro cojín para vuestra silla de anea.
Dulcemente acomodados, hasta que empezó el ruedo
de la impotencia y la frustración, absurda pelea.

Y nosotros sólo nos limitamos a colorear el dibujo
sin salirnos de la raya y a recortar con el punzón,
a hacer los deberes para tener derecho a todo, 
a creer que tras ese camino, alcanzaríamos el sol.

Ahora sólo sé que somos pájaros destinados a emigrar
o a inmigrar dentro de nuestra propia tierra.
Imputados por tener una infancia feliz, nos condenan
a una madurez de sueños aplazados e ideologías en huelga.

En huelga, porque nunca pedimos nada y lo tuvimos todo
porque ahora que pedimos, no hay oportunidades.
En guerra, porque por primera vez toca sentirnos solos
como ya se sintieran nuestros abuelos en Buenos Aires.

Ya se que sólo somos hippies indignados de botellón,
que ni siquiera votamos o lo hacemos en blanco.
Pero ¿qué coño se le puede pedir a un corazón
salpicado por una orgía entre políticos y bancos?


-Gonzalo López Murillo-
Septiembre 2012, PPesimismo.

07 septiembre, 2012

Crisis idiosincrática



-INVOLUCIÓN-


Cómo se repartió la Tierra,
podríamos hacer con el cielo,
pero que no sea como siempre
y que elija África primero.

Muchas veces "hago el indio"
y otras veces tengo un sueño;
con volver a esos inicios,
donde nada tenía dueño.

¿Quién inventó el dinero?
Seguro que no era jornalero.
Lleno el mundo del verde veneno
que pudre corazones de hielo.

Capitalismo, sinónimo de involución,
viniste a visitarnos vestido de domador.
Nos conviertes en el puto rebaño 
que el hombre cuidaba en antaño.
Te conocemos, pero preferimos ignorar.
Siempre es más fácil que luchar
por aquello que a ti te sobra
y que otros nunca tendrán.

Cuando ando por el campo
me sobra toda la ropa,
y es que aún no entiendo
por qué somos tan idiotas.

La libertad es subjetividad,
lo ilegal, está aún por inventar.
La hipocresía, al orden del día.
Si la Tierra hablará, se suicidaría.

Hacemos guerras de gasolina,
explotan lo trenes de nuestra vida.
Somos como yonkis puestos de heroína,
hacemos que uno por mil decida.

El deshielo lo hará todo agua,
el dinero, fuego que derretirá,
nadaremos como peces en un mar
lleno de diques y todo continuará...

Todo seguirá igual.
Al capitalismo, nunca nadie lo detendrá.

Capitalismo, sinónimo de involución,
viniste a visitarnos vestido de domador.
Nos conviertes en el puto rebaño 
que el hombre cuidaba en antaño.
Te conocemos, pero preferimos ignorar.
Siempre es más fácil que luchar
por aquello que a ti te sobra
y que otros nunca tendrán.


- Gonzalo López Murillo -
Septiembre 2012, Indignación.