-ORGÍA-
Nuestra infancia maquillada con vuestro miedo.
Fuisteis nuestro cojín para vuestra silla de anea.
Dulcemente acomodados, hasta que empezó el ruedo
de la impotencia y la frustración, absurda pelea.
Y nosotros sólo nos limitamos a colorear el dibujo
sin salirnos de la raya y a recortar con el punzón,
a hacer los deberes para tener derecho a todo,
a creer que tras ese camino, alcanzaríamos el sol.
Ahora sólo sé que somos pájaros destinados a emigrar
o a inmigrar dentro de nuestra propia tierra.
Imputados por tener una infancia feliz, nos condenan
a una madurez de sueños aplazados e ideologías en huelga.
En huelga, porque nunca pedimos nada y lo tuvimos todo
porque ahora que pedimos, no hay oportunidades.
En guerra, porque por primera vez toca sentirnos solos
como ya se sintieran nuestros abuelos en Buenos Aires.
Ya se que sólo somos hippies indignados de botellón,
que ni siquiera votamos o lo hacemos en blanco.
Pero ¿qué coño se le puede pedir a un corazón
salpicado por una orgía entre políticos y bancos?
-Gonzalo López Murillo-
Septiembre 2012, PPesimismo.