- DULCE ADIÓS -
Escribo al alba esa que siempre me espera,
a mis ganas de naufragar en nadie,
al sol que traza sin quererlo la frontera
que separa mi locura de tus desaires.
Y como el humo dibujo un instante
que quiere vivir a pesar de una amenaza,
sensata, sincera, y siempre agonizante
que me ahoga creyendo que me abraza.
Botellas vacías es todo mi presente,
lunes que se confunden de calendario,
una certeza calcada en mi mente,
una sonrisa tatuada en mi diario.
Mensajes de otras islas desconocidas
no agotan mi paciencia impaciente.
Luces de la verdad, soledad vispertina,
a veces creo que nadie me comprende.
Una cama me reclama pero la ignoro
porque la libertad es la carencia de un reloj.
Canta el gallo pero no es de oro,
tal vez toque entonar un dulce adiós.
-Gonzalo López Murillo-
Mayo 2011, Punta Sabbioni.