29 abril, 2013

Una primavera nómada



- APAREO- 


Al fin reflejan las antenas un sol que llegó tarde.
Cansado de todo tipo de nubes galopantes;
de transición, de evolución, cirros y nimbos cobardes.
Llegó la primavera y con ella millones de instantes.

Estratos de tiempo que vivir y compartir con la vida, 
que reirle y regalarle a los que no pueden sonreír.
Esa estación donde cicatrizan todas las heridas
y florecen las ciudades y el verde vence al gris.

Volviste, espero que para quedarte aquí ya,
para que los parques tengan historias que contar,
para que los sueños no sean nadie al lado de la realidad.

Te irás, sí, pero antes de irte te robaré
ese sol longevo que casi vence al atardecer
y este verso, fruto del apareo de un lápiz y un papel.


-Gonzalo López Murillo- 
Abril, 2013. Ventanas de humo.

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