20 junio, 2016

Otra vez.



- SIN ADIÓS-


Sopla un viento de alta mar
se tambalean los cristales y el silencio.
Dialogo con la terca soledad,
en la persiana traquetean los recuerdos.

Vivos, muertos y aún por digerir,
los del tiovivo y los de la montaña rusa.
No sé si quedaran cosas por decir
ni el número exacto de reproches y excusas.

Mido cada pensamiento, lo metanalizo,
para concluir que existo aunque no me sienta,
que sigo vivo pese a romperse el hechizo
de un utópico viaje que todavía desconcierta.

Del amor al cariño sólo hay una baldosa,
el odio se derrama por sí solo, día a día.
Recuerdo aquellas noches de vinos y rosas
casi tanto como los ojos de la monotonía.

Y sólo me quedo yo, el final más peligroso,
mis miedos, mi reflejo, aquella triste canción.
Una cuerda, una polea, un cubo y el pozo,
para volver a beber de estos versos sin adiós.

- Gonzalo López Murillo -

Junio 2016, Torre del Mar.

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