-LA MISMA CANCIÓN-
Llueve a mares, cerca
del mar.
Subo la persiana y
suena una canción.
Lluvia que lucha
intentando entrar
como dos locos a las
puertas del amor.
Tan infranqueables y
tan agrietadas
que sólo al viento
permiten colarse,
para convertir la
pasión en coartada
y al deseo en cualquier obra de arte.
Que contemplar,
alimentando a los ojos,
como a buitres ya
cansados de revolotear.
Se desnutre el alma
y todos sus antojos,
que pudieran suponer
un pecado capital.
Que me trae de cabeza
y me amordaza,
prohibiéndome provocar
una aproximación,
exigiéndome forjar la
más fuerte coraza
para protegerme de la
autodestrucción.
Dejó de llover, se
aleja del mar.
No quiero volver a
escuchar esa canción.
El sol saldrá
victorioso frente al cristal,
la primavera hará
postrarse a mi corazón.
-Gonzalo López
Murillo-
Enero 2017, Cama.
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